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Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina


Mensajes de la santísima Virgen María Reina de la Paz, Medjugorje, Bosnia & Herzegovina dados el día 25 de cada mes a la vidente
MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

Año 1991

MARIJA PAVLOVIC - LUNETTI

25 de enero de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy, como nunca antes, los invito a la oración. Que su oración sea oración por la paz. Satanás es fuerte y desea, no solo destruir la vida humana, sino que también la naturaleza y el planeta en el que viven. Por eso, queridos hijos, oren para que, por medio de la oración, ustedes sean protegidos con la bendición de la paz de Dios. Dios me ha enviado a ustedes para que los ayude. Si lo desean, ¡tomen el Rosario! El Rosario por sí solo puede hacer milagros en el mundo y en sus vidas. Los bendigo y permaneceré con ustedes tanto tiempo como sea la voluntad de Dios. Gracias porque ustedes no traicionarán mi presencia aquí. Les doy las gracias también porque su respuesta ha sido la de servir a Dios y a la paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de febrero de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que se decidan por Dios, porque el alejamiento de Dios es fruto de la falta de paz en sus corazones. Dios es la paz misma, por eso, acérquense a Él por medio de la oración personal y vivan entonces la paz en sus corazones. De esa manera, la paz brotará de sus corazones como un río por todo el mundo. No hablen de la paz, sino que practíquenla. Bendigo a cada uno de ustedes y cada una de sus buenas decisiones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de marzo de 1991
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a vivir la Pasión de Jesús en oración y en unión con Él. Decídanse a consagrarle más tiempo a Dios, que les ha concedido estos días de gracia. Por eso, queridos hijos, oren y de manera especial renueven en sus corazones el amor por Jesús. Estoy con ustedes y los acompaño con mi bendición y mis oraciones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de abril de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que su oración sea oración con el corazón. Que cada uno encuentre tiempo para la oración, de tal manera que en su oración descubran a Dios. No quiero que hablen de oración, sino que hagan oración. Que todos y cada uno de sus días estén llenos de oración de agradecimiento a Dios por la vida y por todo lo que tienen. No deseo que sus vidas transcurran en palabras, sino que glorifiquen a Dios con obras. Estoy con ustedes y agradezco a Dios por cada momento que he pasado con ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de mayo de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos los que han escuchado mi mensaje de paz, a realizarlo con seriedad y con amor en su vida. Son muchos los que piensan que hacen mucho al hablar de los mensajes, pero no los viven. Queridos hijos, los invito a la vida y a cambiar todo lo negativo que hay en ustedes, para que eso sea transformado en positivo y en vida. Queridos hijos, estoy con ustedes y deseo ayudarlos a cada uno a vivir y que, al vivir, dé testimonio de la Buena Nueva. Estoy aquí, queridos hijos, para ayudarlos y conducirlos al Cielo. En el Cielo hay alegría, y a través de la alegría pueden ya desde ahora, vivir el Cielo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de junio de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy, en este grandioso día que ustedes me han regalado, deseo bendecirlos a todos y decirles que estos días, mientras estoy con ustedes, son días de gracia. Deseo instruirlos y ayudarlos a caminar por el camino de la santidad. Son muchos los que no quieren entender mis mensajes ni escuchar con seriedad lo que digo, por eso los invito y les pido que con sus vidas y en la vida de todos los días den testimonio de mi presencia. Si ustedes oran, Dios los ayudará a descubrir la verdadera razón de mi venida. Por eso, hijitos, oren y lean las Sagradas Escrituras de tal manera que, por medio de mi venida, descubran en las Sagradas Escrituras el mensaje que hay para ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de julio de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy los invito a orar por la paz. En este tiempo, la paz está especialmente amenazada y les pido que renueven el ayuno y la oración en sus familias. Queridos hijos, deseo que comprendan la seriedad de la situación y que comprendan que mucho de lo que va a suceder depende de su oración. Pero ustedes oran poco. Queridos hijos, estoy con ustedes y los llamo a que, con seriedad, comiencen a orar y ayunar como lo hacían en los primeros días de mi venida. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de agosto de 1991
“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración, ahora más que nunca, cuando mi plan comienza a realizarse. Satanás es fuerte y quiere arrasar con mis planes de paz y de alegría, y hacerles pensar que mi Hijo no es firme en Sus decisiones. Por eso, los invito a todos ustedes, queridos hijos, a orar y a ayunar con aún mayor firmeza. Los invito a la renuncia durante nueve días, para que, con la ayuda de ustedes, todo lo que yo quiero realizar, mediante los secretos que comenzaron en Fátima, pueda cumplirse. Los invito, queridos hijos, a comprender la importancia de mi venida y la seriedad de la situación. Quiero salvar a todas las almas y presentarlas a Dios. Por eso, oremos para que todo lo que he comenzado se realice totalmente. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de septiembre de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy los invito especialmente a la oración y a la renuncia. Porque ahora, como nunca antes, Satanás quiere mostrar al mundo su rostro ignominioso, con el que quiere seducir a la mayor cantidad posible de personas y llevarlas por el camino de la muerte y del pecado. Por eso, queridos hijos, ayuden a mi Corazón Inmaculado a triunfar en este mundo tan pecador. A todos les pido que ofrezcan oraciones y sacrificios por mis intenciones, para que yo pueda ofrecerlas a Dios por lo que es más necesario. Olviden sus deseos, queridos hijos, y oren por lo que Dios quiere y no por lo que ustedes desean. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de octubre de 1991
“¡Queridos hijos! ¡Oren, oren, oren!”

25 de noviembre de 1991
“¡Queridos hijos! También en este tiempo los llamo a la oración. Oren para que ustedes puedan comprender lo que Dios les quiere decir a través de mi presencia y de los mensajes que les estoy dando. Mi deseo es el de acercarlos cada vez más a Jesús y a Su Corazón herido, para que ustedes sean capaces de comprender el inmenso amor con el que Él se ha entregado por cada uno de ustedes. Por eso, queridos hijos, oren para que de sus corazones pueda brotar una fuente de amor hacia cada persona, incluso hacia quienes los odian y los desprecian. De esa manera, serán capaces de vencer, con el amor de Jesús, todas las miserias de este mundo lleno de sufrimientos, que no tiene esperanza para quienes no conocen a Jesús. Gracias por todos sus sacrificios y oraciones. Oren para que pueda ayudarlos. Necesito sus oraciones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

25 de diciembre de 1991
“¡Queridos hijos! Hoy, de una manera especial, les traigo al Pequeño Jesús para que Él los bendiga con Su bendición de paz y de amor. Queridos hijos, no olviden que esta es una gracia que muchas personas no comprenden ni aceptan. Por eso, ustedes, que han dicho que son míos y buscan mi ayuda, den todo de ustedes mismos. Sobre todo, den su amor y su ejemplo en sus familias. Ustedes dicen que la Navidad es una fiesta familiar. Por eso, queridos hijos, den a Dios el primer lugar en sus familias, para que Él pueda darles la paz y protegerlos no solo de la guerra sino también de todo ataque satánico en tiempos de paz. Si Dios está con ustedes, lo tienen todo; pero cuando ustedes no lo quieren, se sienten miserables y perdidos y no saben de qué lado están. Por eso, queridos hijos, decídanse por Dios y entonces ustedes lo tendrán todo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

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