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del Padre Francisco Verar

MENSAJE DE JESÚS INFANTE Y DE LA VIRGEN MARÍA REINA DE LA PAZ EN MEDJUGORJE Y REFLEXIÓN DEL P. FRANCISCO ÁNGEL VERAR HERNÁNDEZ

¡Feliz y Santa Navidad, y Feliz y Santo Año de la Fe 2013!

En la última aparición diaria de la Virgen María a Jakov Colo el 12 de septiembre de 1998, se le advirtió que tendría una aparición anual en Medjugorje hasta el fin de su vida en la tierra. Por lo cual, también este año, Jakov tuvo la aparición de la "Gospa" que se verificó a las 14:15 y duró 10 minutos. Como las veces anteriores, también en esta ocasión Jakov vio a la Virgen que cargaba en brazos al Niño Jesús y le confió el siguiente mensaje:

"Queridos hijos, entréguenme su vida y abandónense completamente a mí para que pueda ayudarlos a comprender mi amor materno y el amor de mi Hijo hacia ustedes. Hijos míos, yo los amo inmensamente y en particular hoy, en el día de la Natividad de mi Hijo, deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo. Hijos míos, Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia, pero muchos de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas. Por tanto, hijos míos, no esperen más, digan no al pecado y entreguen sus corazones a mi Hijo, porque solamente así podrán vivir la misericordia de Dios y, con Jesús en sus corazones, emprender el camino de la salvación".

1. Entregar la vida a María.
El mensaje que la Virgen ha dado en ocasión de la Navidad se puede dividir en tres partes. Al inicio hace una invitación que ha hecho en innumerables mensajes y que hay que tomarla a partir de su condición de Madre de la humanidad. El Concilio Vaticano II en la Constitución Lumen Gentium afirmó: "Esta maternidad de María en la economía de gracia perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna" LG 62. De ahí pues, que la Madre de Dios desde el Cielo, está cumpliendo con la misión materna que la Santísima Trinidad le ha encomendado, por tanto, una vez más solicita a sus hijos —creyentes o no creyentes— que se acerquen sin temor a beber en la fuente de Su Corazón Inmaculado, que tengan las puertas del corazón abiertas de par en par para que reciban las gracias que Ella tiene reservadas a sus predilectos.

En el arco de la vida de cualquier ser humano en la tierra, pueden darse muchas experiencias gratificantes de amor, desde las que cimientan sus raíces en la familia de origen, hasta aquellas con las que ha soñado establecer una unión indisoluble. No obstante, a la par, hay que considerar que —fuera de la Trinidad Santísima— no puede existir en la tierra un amor tan gratificante, puro y santo como el que la Santísima Virgen María tiene para cada uno de sus hijos. Sin embargo, muchos no conocen este amor y por eso una vez más, la Madre vuelve hacer la invitación. De tal manera que las almas pueden acercarse a Ella sin temor y hacer la experiencia que el mismo Jesús hizo cuando descendió a nosotros a través del vientre inmaculado de María Santísima. San Luis María Grignion de Montfort escribió: " Cuando María ha echado raíces en un alma, realiza allí las maravillas de la gracia que sólo Ella puede realizar" TVD 35. Por tanto, no se debe dudar en acoger a María y tenerla como fiel compañera y Madre. No se debe dudar en amarla y vivir en gracia junto a Ella, porque por medio suyo se reciben gracias especiales y por medio de Ella se llega eficazmente a Jesús.

La persona que ama a María y tiene a María en su corazón, también amará a Jesús y tendrá a Jesús en su corazón. Porque la Virgen es siempre el camino fácil, corto, perfecto y seguro para llegar al Salvador, y para vivir junto a Él, y la Madre quiere que todos vayamos a Jesús por el mismo medio que Él utilizó para llegar a nosotros: María. No puede existir entonces, otro medio mejor que el que Dios mismo utilizó para llegar a nosotros. Por lo que hay que concluir: si aceptamos a María como Madre y Reina de nuestros corazones y vivimos en profunda amistad con Ella, también aceptaremos a Jesús como Señor y viviremos en profunda amistad con Él. Es esta la razón del porqué María desde el Cielo, busca a sus hijos: para que Él reine y gobierne el corazón de todos; como efectivamente reinó y gobernó el suyo: en Belén, en Egipto, en Nazaret, en Caná, en Cafarnaúm y en Jerusalén. Por tanto, el corazón que se abre de par en par a María, recibe también a Jesús, y Él establece en él Su morada: reinará y gobernará su alma y vivirá permanentemente en Él toda vez que a razón del Bautismo, reinará en las alegrías y en las tristezas, en la salud y en la enfermedad, y a lo largo del curso de su vida en la tierra y a la hora de su muerte introducirá su alma en el Paraíso donde podrá contemplar cara a cara, el Rostro Divino de Dios y el rostro amantísimo de Su Santísima Madre. Como diría Montfort: "¡Toda lengua enmudezca!"

2. Jesús a todos ama y concede la gracia de vivir en Su Misericordia.
El amor de María hace posible que el alma experimente en plenitud el amor de Su Hijo, que Jesús llamó fuego ardiente, llama viva de amor, manantial de aguas vivas. ¡Qué pena que muchas almas mueran en pecado sin haber experimentado nunca en la tierra el amor inconmensurable del Sagrado Corazón de Jesús y el inmenso amor de María! Nótese que María viene a la tierra a darnos con Su amor la llave para penetrar en la cerradura del Divino Corazón del Redentor: "deseo recibir a cada uno de ustedes en mi Corazón y entregar sus vidas a mi Hijo". Es este el principal "secreto de Medjugorje" que desde el principio la Madre reveló: es posible la vida plena en la tierra con Jesús por manos de María. Quien tiene a Jesús en la tierra nada le falta, nada anhela… sólo vivir con Él en el Paraíso por la eternidad, porque Jesús se hizo Todo en su vida y sólo Él fue el deleite de su corazón para exclamar como san Pablo: "todo cuanto el mundo me ofreció lo estime basura."

María dice en el mensaje de este mes algo que debe resonar profundamente en el corazón de todos en esta Navidad, y en el curso del 2013 —que no puede pasar por inadvertido al ser humano—: "Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia". Considérese, que sólo esta expresión bastaría para vivir en este mundo como el ser más feliz de todos los mortales. Pero la gente no la entiende, no la asimila. Se asimila más las informaciones que vienen de los medios de comunicación social, de las noticias y del deporte de cada día. Por desgracia, atrae más navegar por internet y sentirse conectado a una máquina electrónica de por vida que vivir conectados con Jesús y María por medio de la oración porque muchos en esta Navidad han sentido que la electrónica por fin llenará sus vidas —las tabletas electrónicas y móviles sofisticados—, no Jesús. Y no es que una cosa se oponga a la otra, sino que se busca la felicidad por medio de la comunicación con el ser humano y la adquisición del conocimiento al instante y se pasa por alto que el Único que puede llenar el corazón de alegría, paz y amor es JESUS, sólo JESUS. JESÚS y nadie más que Él. Esto no lo pueden escuchar muchos, les duele, les incomoda, porque toca sus intereses. La Virgen María, sin embargo, revela a cada ser humano que la fuente de la vida está sólo en Jesús. En efecto ha dicho: "Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia". Estas palabras deben sacudir las conciencias de toda la humanidad, María afirma que Su Hijo no hace acepción de personas porque a todos ama por igual; que está dispuesto a perdonar a todos sus pecados como el sanar las heridas que los mismos han dejado en su corazón. Y también ha sostenido que la respuesta concreta para cada hombre en la tierra la tiene sólo Jesús y que Él concede la gracia sin medida para vivir en Su Misericordia. Ahora, tú debes dejarte conducir por Él y permitirle que transforme tu corazón y lo haga feliz, como transformó el corazón de María, el cual siendo Inmaculado, al descender Jesús a él, le dio un nuevo giro a su vida. Así Jesús también quiere darle en este nuevo Año un nuevo giro a tu vida, permite ahora que Él te transforme y te conduzca por el camino de la verdad que sólo Él posee.

3. Decir "NO" al pecado y entregar el corazón a Jesús.
María, por último, también ha dicho en esta Navidad el porqué muchos corazones no se rinden a Jesús y a Ella: porque se dejan aprisionar por el pecado. Es horrible que esto suceda después de 2013 años de celebrar el Nacimiento del Redentor: que la gente se deje aprisionar por el pecado en lugar de entregar la vida a Jesús. Esto se podría esperar de los no cristianos más no de lo que a razón de su bautismo se consideran discípulos y misioneros de Jesús. Por lo que la Madre ha sido muy clara: " muchos de sus corazones han sido aprisionados por el pecado y viven en las tinieblas". Entonces, no queda más que enjugar las lágrimas que la Virgen derrama por las almas que se pierden en pecado y hacer reparación. Así actúa el verdadero discípulo de Jesús y de María, porque mientras muchas almas buscan cambiar de vida y acercarse a Jesús, tantas otras —¡quizá la mayoría!— permanece indiferente; lo que no puede ocurrir. Porque no se le puede dar la espalda a cuanto Jesús hizo y padeció por nuestra salvación. Decir "No" al pecado es iniciar una vida nueva, significa acercarse al sacerdote y llorar de corazón los pecados cometidos, hacer reparación y pedir perdón para iniciar una vida nueva. Recuérdese que Jesús da la gracia para hacerlo. La Virgen ha dicho: " Jesús los ama y les concede la gracia de vivir en Su misericordia". ¡Viva Jesús, viva María!


MENSAJE DE JESÚS INFANTE DEL 25 DE DICIEMBRE DE 2012

La segunda aparición de la Virgen se dio a las 17:40 a Marija, Ivan y Vicka, que siguen teniendo la aparición cotidiana. He aquí las palabras que remite la vidente Marija Pavlovic Lunetti:

"La Virgen vino con el Niño Jesús en brazos y no dio ningún mensaje, pero el Niño Jesús comenzó a hablar y dijo: "Yo soy vuestra paz, vivan mis mandamientos". Con la señal de la Cruz, la Virgen y el Niño Jesús, juntos, nos bendijeron."

Este segundo mensaje, es impresionante, tanto forma como en estilo, porque de suyo ha cambiado el patrón de 31 años y 6 meses: en lugar de hablar la Virgen habló Su Hijo. La vidente Marija Pavlovic Lunetti relató su experiencia a Radio María de Italia, minutos después de la aparición, de esta manera:

Marija: "Estuvimos todos sorprendidos, para mí ha sido una fuerte emoción, y después de la aparición comencé a llorar; normalmente estoy alegre. También en esta ocasión estoy alegre, pero ha ocurrido algo extraordinario, me conmueve mucho… el Niño Jesús nos ha bendecido, y por primera vez, en realidad, nos ha hablado. Como cada año, la Virgen llegó con el Niño Jesús. Yo le encomendé a la Virgen las intenciones; como normalmente hago y esperaba que la Virgen diera el mensaje. Sin embargo, la Virgen permaneció en silencio, Jesús se enderezó y se ha manifestado como el "Rey de la Paz"… y con autoridad ha dicho estas palabras, aún permaneciendo niño… Por primera vez Jesús me ha hablado. En Medjugorje Jesús nunca ha hablado.

Jesús ha hablado con gran autoridad y con un tono que permanece fuerte dentro de ti, he escuchado la voz del Niño Jesús, pero no era ya como un niño de pocos días de nacido, sino un Jesús que, aún así pequeño, recién nacido, si alzó… Hasta ahora, la única experiencia extraordinaria que habíamos tenido con el Niño Jesús fue cuando nos guiñó el ojo."

P. Livio Fanzaga: "Jesús si ha enderezado como vemos en algunos bellos iconos: el Niño es pequeño pero se ve con una gran autoridad, en aspecto real."
Marija: "Exactamente; propiamente así."
P. Livio: "¿Qué cosa debemos pensar en relación a este hecho? "
Marija: "Yo no me lo esperaba algo así. Podría esperarme que la Virgen me dijera que no aparecerá más o algo parecido… Desde hace 31 años la Virgen aparece en cada Navidad con el Niño Jesús en brazos. Sin embargo, es la primera vez que el Niño Jesús ha hablado."
P. Livio: "Pero ha dicho palabras extraordinarias, ha dicho "Yo soy la paz". Los teólogos saben muy bien que cuando Jesús en el evangelio dice: "Yo Soy", es la reivindicación de una autoridad divina "Yo soy aquel que soy" (dijo el Señor a Moisés, Ex 3,14). "Yo Soy" también es un expresión que Jesús usa para señalarse de esta manera como Dios: "Yo Soy la paz". Y luego, "Vivan mis mandamientos". Es un Niño que habla con autoridad divina… es lo que golpea mucho en este mensaje."
Marija: "Me ha golpeado muy fuerte. Esta noche después de la aparición he llorado. Me ha sucedido otras dos o tres veces, pero esta vez me ha golpeado mucho y también en este momento estoy buscando como asimilar lo que he visto."
Frente al episodio inusual que Jesús infante ha hablado por primera vez en Medjugorje, ¿Qué se puede comentar?
Se empieza por afirmar que la exhortación que Jesús ha dado en esta ocasión, más clara y determinante no ha podido ser y aunque el mensaje es sí no sea novedoso —porque la Iglesia tiene 2000 años de anunciarlo—, es novedoso que Jesús haya tomado la palabra para hablar; justo después de 31 años que los videntes lo ven venir en Navidad. Pero ¿por qué habló ahora y no antes? Tal vez, los 31 años y medio de apariciones diarias de la Virgen, fueron una preparación para escuchar este mensaje de Navidad y porque nos podemos estar acercando hacia el fin de las apariciones diarias y la realización de los "secretos" que la Virgen ha confiado a los videntes.

La primera parte del mensaje del Señor dice: "Yo soy vuestra paz". Seguramente, al decir esto Jesús se está refiriendo a que muchos de sus discípulos no viven la paz en su corazón como deben, debido al activismo, al pecado o a la pérdida del sentido de la fe, pero al recordar hoy que sólo Él es la fuente de la paz y la paz misma, no queda más que entregarse a Él con todas la fuerzas e iniciar el camino que el Señor espera de sus discípulos. Pero, hay que observar además, que también el mensaje puede ser una contundente llamada a la humanidad, para que las naciones se abran más a Él y a sus Mandamientos antes de regresar como Juez universal de vivos y muertos. Y en tal caso, el mensaje tendría una marcada connotación social e internacional. De todos modos, se debe recordar, que según el mismo evangelio, Jesús es el único Rey de la Paz y Señor de la Historia, y fuera de Él no hay otro Nombre dado a los hombres porque el que la humanidad pueda salvarse.
La segunda parte del mensaje también es significativa: el Señor ha pedido que se vivan sus mandamientos, ha hablado con suma autoridad, la que ha recibido del Padre dada su condición de Redentor del género humano. Pero nótese, que para vivir los Mandamientos es obvio que hay que acercarse a ellos y estudiarlos, por lo que no se descarta que la exhortación de Jesús tenga también que ver con el nuevo Año de la Fe que la Iglesia dedica al 2013. El Papa ha pedido que a lo largo de este Año se estudie y se profundice el Catecismo de la Iglesia Católica, el documento oficial que mejor expone y profundiza los mandamientos de Jesús. El Papa ha dicho: "Precisamente en este horizonte, el Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica " PF 11.

Por último, se puede observar que al final de la aparición la Virgen y el Niño Jesús imparten juntos la Bendición y la Virgen no se despidió con su tradicional: "Gracias por haber respondido a mi llamada." Tal vez porque de esta manera los dos, Madre e Hijo, quieren hacer comprender que con la Bendición de ambos se puede aceptar y poner en práctica lo que Jesús ha declarado y a solicitado.
La aparición del Niño Jesús y de Su Madre, es un gran regalo de Dios a la humanidad en el Año Santo de la Fe, hermoso icono sobrenatural que inspira a la Iglesia a mirar más de cerca a Jesús junto a Su amadísima Madre.

Mensaje extraordinario de la Virgen María el 28 de diciembre en la Colina de las Apariciones

El 28 de diciembre hubo una aparición extraordinaria de la Virgen en la Colina de las Apariciones de Medjugorje por medio del vidente Iván. Ante innumerables fieles, la Virgen dio el siguiente mensaje que explica por sí mismo, el mensaje de Jesús infante del 25 de diciembre.

"Queridos hijos, también hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría. Al mismo tiempo los invito a la responsabilidad. Queridos hijos, acojan responsablemente mis mensajes y vivan mis mensajes, porque viviendo mis mensajes deseo conducirlos a Mi Hijo. En todos estos años en que he estado junto a ustedes, mi dedo señala a Mi Hijo, a Jesús, porque deseo entregar a todos ustedes a Él. Por lo tanto, durante los días siguientes, su tarea es plantearse la siguiente pregunta: "¿Qué puedo hacer para que mi corazón esté más cerca de Jesús?"; "¿qué debo abandonar, que debo rechazar para que mi corazón esté más cerca de Jesús?" Queridos hijos, Yo oro por todos ustedes para que vuestra respuesta sea: "¡Deseo estar cerca de Jesús! ¡Gracias queridos hijos, porque también hoy han respondido a mi llamada y han dicho "SI"!"
Al final la Virgen oró por los sacerdotes y las vocaciones de la Iglesia.

El mensaje de este 28 de diciembre profundiza y esclarece el de la Navidad, y despeja la incertidumbre de que la Madre continuaría apareciéndose sola o en compañía de Jesús. El mensaje se puede dividir en 3 partes.

1. Invitación a la alegría
La Navidad es por excelencia la Fiesta de la alegría pero lo cierto es que muchos fieles no viven esta virtud, probablemente, porque en lugar de acudir a Jesús sabiendo que sólo Él es la fuente de la verdadera alegría, insisten en buscarla por otros medios. Cuando la Virgen dice: "hoy deseo invitarlos a la alegría. Los invito de nuevo a la alegría" es otra manera de invitar a sus hijos a poner a Jesús en el primer lugar del corazón, porque cuando Jesús reina en el corazón reina la alegría, reina la paz y reina el amor. Pero eso no significa que no se tenga que luchar a cuanto se opone a la alegría, porque inclusive el combate puede aumentar, y quizá por ello la Virgen invita a vivirla. Por lo tanto, para vivir la alegría también hay que saber combatir las oposiciones que pudieran venir, porque Dios quiere que el ser humano sea feliz y los santos han dado ejemplo de ello, al punto que se pudiera afirmar que las personas más felices de la tierra han sido precisamente ellos, y si imitamos los santos, también podemos ser felices, porque santidad y felicidad son sinónimos: sin alegría no hay santidad y sin santidad no puede haber alegría. Jesús dijo: "Felices los mansos, felices los humildes, los de corazón puro, los misericordiosos, los que trabajan por la paz". De esta manera, Jesús reveló que el secreto para ser feliz, está, precisamente, en el evangelio. Hoy muchos no lo saben y por eso el cristiano lo debe recordar con el ejemplo de su vida. Por tanto, al inicio del año hay que abrir el corazón y pedir el Espíritu Santo, para que del mismo modo que hizo a Jesús alegre en este mundo, nos haga alegres a todos y podamos decir como María: "mi espíritu se alegra e Dios mi salvador".

2. Invitación a vivir responsablemente los mensajes.
También la Madre ha enfatizado una vez más la importancia de tomar con seriedad sus mensajes. Con seguridad, podemos afirmar que al observar desde el Cielo a sus hijos se da cuenta que muchos no responden como deben. No está de más resaltar una vez más, que la Virgen no desciende cada día del Cielo a la tierra a hacer turismo o porque no encuentre ocupación en el Paraíso. Recuérdese que desde el principio de las apariciones hizo referencia a que Dios la había enviado para ayudarnos e interceder extraordinariamente por la paz del mundo, la reconciliación de la humanidad y llenar de fervor a la Iglesia. Por tanto, permanecer indiferente a las llamadas de la Virgen es permanecer indiferente a los signos extraordinarios que el mismo Dios envía para ayudarnos. Hace 31 años la Madre dijo: "Tomen en serio mis mensajes y sepan que Dios no juega con la humanidad." Por tanto, vivir responsablemente los mensajes significa decidirse por la paz, por el amor, por la reconciliación de los hombres y tomar cada día la corona del Rosario en mano —por lo menos tres veces—. También significa acudir diariamente a la Eucaristía, leer y meditar la Sagrada Escritura, ayunar los miércoles y viernes a pan y agua, y practicar la Confesión mensual. También abrirse a la oración comunitaria —grupos de oración— y sobre todo: trabajar con responsabilidad en la conversión personal, que para María es el mensaje más importante. Por otro lado, hay que estar pendiente cada mes de lo que la Madre volverá enfatiza, como por ejemplo: el amor al prójimo, la paz del corazón, la virtud de la pureza, de la alegría, de la fe, de la esperanza…

3. Entregar el corazón a Jesús y vivir junto a Él.
La tercera parte del mensaje es la más importante y expresa la razón de la venida de María: que los fieles permanezcan junto a Jesús y que liberen el corazón de cuanto pueda ser obstáculo para ello. La Virgen propone, por medio de dos interrogantes, un pequeño programa o ejercicio de introspección, como un análisis serio de discernimiento a fin de purificar la voluntad y decidirse por la santidad. La primera interrogante está en función de cuanto humanamente se puede hacer para que el corazón esté siempre cerca de Jesús. Y la segunda, conlleva a liberar las ataduras de cuanto impide vivir en plenitud la conversión.

Como cada ser humano es diferente, la pregunta se la debe formular cada uno, a fin de descubrir que impedimentos reales impiden vivir la santidad en plenitud. En algunos pudiera ser la falta de disciplina espiritual, o de motivaciones causadas por la falta de oración, la poca vida espiritual, el activismo o la vida de pecado. Pero en otros pudiera ser la falta de decisión personal por Jesús y su proyecto de vida, que se acentúa por las crisis existenciales, los escándalos de la Iglesia, o quizá la vida materialista, consumista o hedonista… No obstante, lo fundamental es que cada cual se interrogue a sí mismo y las fiestas de inicio de año no deben distraer esta llamada.

La Madre termina el mensaje pidiendo que sus hijos oren por esta intención al momento de asegurar Ella su oración para que la respuesta de sus hijos sea determinante.

 

Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de noviembre de 2012, Medjugorje Bosnia Herzegovina y reflexión del P. Francisco Á. Verar Hernández

"¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos ustedes a renovar la oración. Ábranse a la Santa Confesión, para que cada uno de ustedes pueda aceptar mi llamada con todo el corazón. Yo estoy con ustedes y los protejo de la perdición del pecado, y ustedes deben abrirse al camino de la conversión y de la santidad, para que vuestro corazón arda de amor por Dios. Concédanle tiempo, y Él se dará a ustedes, y así, en la voluntad de Dios, podrán descubrir el amor y la alegría de vivir. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

El mensaje de este 25 de noviembre se debe asimilar como un mensaje que prepara la celebración de la próxima Navidad. Y es sabido, que la Navidad es una de las fiestas más importantes del año, que no sólo celebra un Día (25 de diciembre,) sino un tiempo litúrgico que se prolonga —en esta ocasión—, hasta el 13 de enero con la Fiesta del Bautismo de Jesús. ¿Que desea la Madre en relación a la próxima Navidad?

Se observan 5 consideraciones significativas:

1. Renovar la oración.
En relación al acontecimiento anual del Nacimiento de Jesús, la oración es siempre lo primero. Porque sin oración no se puede entender, ni asimilar, que Dios se hizo hombre y que nació pobremente en Belén. La Virgen María y San José vivieron en plenitud el misterio de la Navidad porque ambos eran contemplativos. La Madre conservaba cuidadosamente en su Corazón Inmaculado todos los acontecimientos en torno a Jesús y José era el hombre justo (santo) por excelencia. De igual modo, María quiere encontrar en este Adviento mujeres contemplativas y hombres contemplativos como la Sagrada Familia de Nazaret, que sepan apreciar el regalo más grande del amor de Dios a la humanidad: Encarnación, Nacimiento y Pascua de Jesús. Y sin oración nada se entiende. Los días que preceden la Navidad, fundamentalmente, son días de oración. La Madre ha dicho: "renueven la oración", que quiere decir: "dirijan la mirada hacia Jesús que nace, no dejen que las cosas superficiales los distraigan, vuelquen toda su atención en el misterio del amor de Dios que se ha donado a ustedes en el nacimiento de Jesús".
Renovar la oración expresa: volver a tomar la corona del santo Rosario en mano y rezar cada día, como mínimo, 15 misterios. También quiere decir: reunirse en familia cada domingo para hacer las oraciones propias del Adviento y celebrar la Novena de Navidad, acudir con fervor a la santa Misa y separar espacios para adorar a Jesús sacramentado y meditar cada día la santa Biblia.

2. Practicar la santa Confesión.
Lo segundo que la Madre ha mencionado en el mensaje es acercarse a la Confesión sacramental. Para muchos puede ser una tarea difícil o imposible, para otros algo habitual, pero para una tercera categoría de fieles involucraría hacer obligadamente un detallado examen de conciencia, porque una gran parte de fieles no sabe confesarse como se debe. Y es probable que esta sea una de las razones del porqué la Virgen haya dicho: "ábranse a la Santa Confesión". Es decir: "no vayan de cualquier manera, dispongan debidamente el corazón, ábranse con seriedad al hecho que Dios les quiere perdonar sus pecados". En dicho sentido "abrirse a la Santa Confesión" sería sinónimo de entregar sinceramente el corazón a Dios, que excluye las reservas de intimidades, es derribar los muros de la vergüenza, los complejos y los miedos. En otras palabras es confiar en la misericordia de Dios. De esta manera María quiere que se prepare la Navidad. Y al respecto también se debe recordar que la Santa Sede, en ocasión del Año de la Fe, concede indulgencia plenaria por medio de la Santa Confesión, cuando, con las disposiciones habituales, se participa, como mínimo, en "tres momentos de predicación durante las Sagradas Misiones, o al menos, en tres lecciones sobre los Actos del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del Catecismo de la Iglesia en cualquier iglesia o lugar idóneo". Por consiguiente, se vive un tiempo especial de gracia que no se debe desaprovechar.

3. Abrirse al camino de la conversión y de la santidad.
Si se observa con atención la llamada que la Madre ha hecho sobre la Santa Confesión, es evidente que la asocia a vivir en profundidad la conversión y la santidad. Y al respecto se debe subrayar, que en los últimos años estos han sido los mensajes más recurrentes, toda vez que el propósito de la visita prolongada de la "Gospa" obedece, precisamente, a que sus hijos alcancen la santidad . Por tanto, cuanto la Madre espera de sus hijos se resume en "conversión y santidad". Dos conceptos distintos pero también afines, porque quien toma en serio la conversión se hace santo, o dicho de otra manera: el único camino posible para alcanzar la santidad es cuando se toma con seriedad la conversión, y el Adviento es tiempo propicio para vivir responsablemente esta llamada. Recuérdese que la Virgen María y san José eran santos, por tanto, la santidad fue necesaria para que Jesús se encarnara y naciera en Belén. Del mismo modo, también hoy Dios Padre necesita otras Marías y otros José para que Jesús nazca espiritualmente en el corazón de los fieles.

4. Conceder tiempo a Dios
Al final del mensaje la Madre hace una llamada específica: "conceder tiempo a Dios para que Él se dé a nosotros y para descubrir el amor y la alegría de vivir." No se trata de "pensar" siempre en Dios o de "poner a Dios en primer lugar" en las cosas cotidianas. Se trata más que todo de separar espacios y tiempos en cada jornada para Él. Y se dispone de este "tiempo" por medio de la oración, la meditación, la reflexión personal, la participación diaria en la santa Misa, en la adoración al Santísimo, cuando se medita cada día la Palabra de Dios, y también, cuando la fe y prácticas de piedad se patentizan por medio de la caridad hacia los necesitados. Cuando se separa el tiempo para visitar a los enfermos, los encarcelados, cuando se le da de comer a los que pasan hambre y cuando se viste a los desnudos; cuando se escucha con atención los problemas de los demás para aconsejarlos debidamente. Por lo tanto el final del mensaje se debe interpretar en dos direcciones: bien sea para que nosotros encontremos el amor y la alegría en el corazón, pero también para que los demás encuentren la alegría y al amor a través de la ayuda y la atención que les podamos brindar. Y de esta manera, la última parte del mensaje, también se debe comprender como una llamada al apostolado, como una posibilidad concreta de dar testimonio del amor de Jesús que ama a todos los hombres sin distinción.

¡Sean alabados Jesús y María!

 

Mensaje de la Virgen María Reina de la Paz del 25 de octubre de 2012, Medjugorje Bosnia Herzegovina y reflexión del P. Francisco Á. Verar Hernández

"Queridos hijos, hoy los invito a orar por mis intenciones. Renueven el ayuno y la oración, porque satanás es astuto y atrae muchos corazones al pecado y a la perdición. Yo los invito, hijitos, a la santidad y a vivir en la gracia. Adoren a mi Hijo para que Él los colme con Su paz y Su amor que ustedes anhelan. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Nos estamos acercando al final del año litúrgico y por tanto, pronto comenzaremos el sagrado tiempo de Adviento, pero también hay que considerar que hemos iniciamos en la Iglesia el Año de la Fe. De seguro que la Madre considera estos sucesos para volvernos a invitar a orar por sus intenciones. El mensaje de este mes entonces, se puede reflexionar en clave de conversión en vista al Año de la Fe y el próximo Adviento. Se observan en el mensaje 4 partes:

1. Orar por las intenciones de María Reina de la Paz.

Sustancialmente, la Madre quiere que no se descuide la vida de oración por aquellas intenciones que Ella ha presentado, a lo largo de estos 31 años y 4 meses que tiene de estar apareciendo. ¿Cuáles son esas intenciones? Primeramente, la paz, luego, la conversión de las almas, con énfasis en "quienes no experimentan al amor de Dios en sus corazones", luego, las autoridades de la Iglesia, la familia y los jóvenes, que "están en una situación muy, muy difícil". También ha pedido que se ore por las vocaciones a la vida consagrada, los enfermos y las almas del purgatorio, sin embargo, también hay otra intención que la Virgen tiene y que jamás ha presentado en sus mensajes, ni ha manifestado a los videntes: se trata de un plan que Dios tiene para el mundo por medio suyo y que necesita de oraciones para la realización del mismo; han asegurado los videntes. Entonces, para responder a esta primera parte del mensaje, bastaría decir, cada vez que se rece el rosario, durante las preces de la Liturgia de las Horas, en la Adoración al Santísimo, y en las intenciones de la celebración de la Eucaristía: "Te pedimos señor por las intenciones de la Virgen María Reina de la Paz". Téngase en cuenta, que la Madre no especifica el porqué necesita que en estos momentos se ore por sus intenciones, sino sólo pide que se ore por ello. Entonces, es suficiente obedecer y responder a la llamada.

2. Renovar el ayuno y la oración.

También en el mensaje ha pedido que se renueve la práctica del ayuno y de la oración, sin duda, porque muchos dejan de hacerlo. Ayunar no es difícil ni imposible, en caso tal, lo que más costaría sería obedecer a María y ser generoso con lo que pide. Recuérdese que Ella ha pedido, desde 1984, dos días de ayuno a pan y agua a la semana. Para algunos esto puede escucharse exagerado pero para la Madre no. Téngase en cuenta que no puede ser exagerado una práctica que ayude al alma a vivir la conversión a Dios y que sirva para construir la paz. Piénsese, que muchas veces lo que para el mundo de hoy puede ser exagerado para Dios tiene un gran valor y lo que para el mundo puede ser normal para Dios es desatinado. Como por ejemplo: invertir demasiado dinero en la vanidad personal, restaurantes, bebidas alcohólicas, diversiones, placeres…, cuando millones padecen hambre. Entonces, el ayuno serviría para disponer al ser humano a abrirse a la solidaridad y a vivir en carne propia lo que padecen millones de almas, por carecer de lo necesario para la subsistencia. Pero, el ayuno también debe ir acompañado siempre de la oración, porque de lo contrario, podría acentuar elementos negativos de la personalidad y engañar la conciencia al pensar, que por haber ayunado, todo lo demás marcha bien. Precisamente, por eso Jesús, al inicio de su ministerio público, no permitió que sus discípulos ayunaran, porque podría ocurrir lo inverso a lo que el ayuno persigue: enorgullecer el alma: "Nadie echa un remiendo de paño nuevo en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en vasijas viejas; pues de otro modo las vasijas revientan y el vino se derrama, y las vasijas se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en vasijas nuevas, y así ambos se conservan" Mt 9:16-17. Por lo tanto, al ayunar hay que tener primero el deseo de cambiar de vida, de lo contrario tanto el vino nuevo (el ayuno) como la vasija (el corazón del hombre) se echan a perder.

3. Vivir la santidad y vivir en la gracia.

La tercera parte del mensaje es muy interesante, toda vez que contrapone a la acción de satanás —que conduce las almas al pecado y a la perdición— la belleza de vivir en la santidad y en la gracia de Dios. Así se concluye, que lo que la Madre desea —con las apariciones más larga de la historia—, sin lugar a dudas, es conducir al mayor número de hijos suyos a la perfección cristiana, uno de los enunciados más notables del Concilio Vaticano II, —y que este año de la fe se conmemora con el 50° aniversario de su apertura.

Para la Virgen, la santidad no es una virtud inalcanzable sino accesible a todo cristiano y a todo hombre de buena voluntad, porque particularmente se trata de una decisión. Pero no de cualquiera decisión sino de aquella que conduce al ejercicio de la plenitud de la caridad evangélica, la suma de las demás virtudes. Por último, hay que advertir que la Madre también subraya otra cosa: que la santidad hay que vivirla con el estado de gracia permanente. ¿Y por qué esta afirmación? ¿Acaso quien vive la santidad no vive además en la gracia de Dios?

De hecho, estos dos conceptos pueden ser utilizados como sinónimos, pero en la vida teologal del bautizado, representan realidades distintas, a tal punto que alguno podría pensar que es santo sin estar viviendo en la gracia de Dios y otro podría asumir que vive la plenitud de la caridad, porque vive siempre en la gracia de Dios. Ambos enunciados son falsos. Quizá por este particular, la Madre especifica que se deben vivir las 2 cosas inseparablemente: la santidad (que es la plenitud de la caridad) y el estado de gracia permanente (que se otorga por medio de la confesión sacramental bien hecha).

4. Adorar a Jesús.

En la última parte del mensaje la Madre pide que se adore a Su Hijo. Curiosamente, no es común escuchar una exhortación similar en los mensajes de la Virgen, ya que cuando menciona la adoración a Jesús lo hace con referencia a la Eucaristía. Por ejemplo, dijo en una ocasión: "enamórense de Jesús sacramentado, yo estoy siempre presente cuando los fieles están adoración, en ese momento se reciben gracias especiales". Sin embargo, esta vez, sólo menciona: "Adoren a mi Hijo", pero todo católico sabe, que el único lugar donde se puede adorar a Jesús en la tierra es en la Eucaristía. Por lo tanto, la Madre, a través de este mensaje, invita nuevamente a sus hijos a la adoración eucarística y por medio de esta, adorar a Jesús espiritualmente en su condición gloriosa del Paraíso.

El fiel que adora frecuentemente a Jesús sacramentado, encarnará por ende, Su paz y de Su amor, como Jesús colmó de estas mismas gracias a Su Madre santísima en la tierra y ha colmado igualmente a los santos que dieron su vida por Él. Entonces, la Madre en este mensaje de mes, no sólo invita a la santidad y a vivir en gracia, sino además nos muestra el camino para obtener la santidad y la gracia permanente. Así nos presenta un recurso seguro, perfecto y fácil para alcanzar la plenitud de la caridad, frente al llamado que la Iglesia nos ha hecho de vivir el nuevo año dedicado a la Fe, y en las vísperas de la solemnidad de Todos los Santos. Es una nueva llamada a redescubrir la presencia amorosa de Jesús en el altar, a dejarse cautivar y fascinar de Su amor y de Su paz.

Oremos:

Jesús hoy doblo mis rodillas ente Ti, sé realmente que estás presente en cuerpo, alma y divinidad en la Hostia Santa. Tu Madre me invita hoy a reconocer Tu presencial real y verdadera. Te adoro Jesús con toda la fuerza de mi corazón. Te adoro unido al coro celestial de los ángeles y santos del Paraíso, que no cesan de hacerlo delante de Tu Trono de gloria.

Te adoro Jesús por quienes no lo hacen y por aquellos que no saben que están realmente presente en el Sacramento adorado de la eucaristía.

 

Mensajes de la Santísima Virgen María Reina de la Paz del 2 de Septiembre de 2012, Medjugorje Bosnia-Herzegovina y reflexión del P. Francisco Ángel Verar

"Queridos hijos, mientras mis ojos los miran, mi alma busca almas con las cuales desea ser una sola cosa, almas que hayan comprendido la importancia de la oración por aquellos hijos míos que no han conocido el Amor del Padre Celestial. Los llamo porque tengo necesidad de ustedes. Acepten la misión y no teman: los haré fuertes. Los llenaré de mis gracias. Con mi amor los protegeré del espíritu del mal. Estaré con ustedes. Con mi presencia los consolaré en los momentos difíciles. Les agradezco por sus corazones abiertos. ¡Oren por los sacerdotes! Oren para que la unión entre Mi Hijo y ellos sea lo más fuerte posible, para que sean una sola cosa. ¡Les agradezco!"

1. Desposorio espiritual mariano

Todos los mensajes que la Virgen María transmite al mundo son importantes porque vienen del cielo y ayudan a profundizar la fe. Sin embargo, el mensaje de este 2 de mes es del todo singular, toda vez que la Madre propone a los fieles vivir la unión de voluntades con Ella por medio de una expresión inusual. Ha dicho: "Queridos hijos, mientras mis ojos los miran, mi alma busca almas con las cuales desea ser una sola cosa."

La expresión "una sola cosa" la ha usado la teología espiritual para describir el último grado de la oración contemplativa vinculada a la conversión personal. Según los grandes maestros de la espiritualidad, la conversión es vía de ascenso continuo a Dios —desde los grados incipientes de la oración vocal y la meditación—, hasta el desposorio espiritual. En los últimos estados de la contemplación se compenetra el alma tanto en Dios, que llega a ser con Él "una sola cosa". Y subráyese que en el mensaje de este 2 de mes, la propuesta de la Virgen es: encontrar almas que quieran ser con Ella "una sola cosa". O sea, busca almas que deseen habitar en forma de desposorio espiritual con Ella.

El "desposorio mariano" —del que hoy poco se habla—, es un tema desconocido en muchos, y por lo tanto, no se comprendería su vinculación con el aprovechamiento espiritual de las almas. Sin embargo, numerosos autores en el pasado, no economizaron tinta al exponer a los fieles, que el recurso continuo y confiado a la Virgen María, es un medio irrefutablemente seguro y eficaz, para la transformación y santificación del alma. Así por ejemplo: San Odilón que gustaba hablar de "hacerse siervo perpetuo de María" (1409), los Siervos de María plantearon vivir la "Deditio a la Virgen (1260), san Ignacio de Loyola (1522) el "amor caballeresco a María", Juan Luenis (1553) "la oblación a María", Juan de los Ángeles (1608) "la santa esclavitud mariana", san Juan Eudes (1680) y san Antonio María Claret, "vivir en alianza con la Madre de Dios", San Luis María G. de Montfort la "consagración a Jesucristo por medio de María", san Maximiliano María Kolbe (1941) "ser cosa o propiedad de María", y reciente el Beato Juan Pablo II no dejó de proclamar "Totus Tuus".

Destáquese entonces, que la invitación de la Madre este mes es diferente porque ha dicho: "mi alma busca almas con las cuales desea ser una sola cosa." Es decir, invita a los fieles a vivir voluntariamente el desposorio espiritual para de esta manera poderlos conducir a la santidad y al paraíso.

Para comprender mejor la llamada, convendría observar algunos ejemplos. Una madre que da a luz un hijo —después de llevarlo 9 meses en el seno, de nutrirlo con sus pechos y, acariciarlo algunos años—, logra cierta dependencia emocional positiva con él, porque se ha logrado un intercambio incesante de amor. Con el tiempo llega a sentir que con su hijo es "una sola cosa". Lo mismo ocurre en una relación intensa de noviazgo, y sobre todo, en el matrimonio, porque cuando se vive el amor, la dependencia emocional de los seres que se aman, les hace sentir que son "una sola cosa." En modo análogo, la Madre de Dios busca almas que lleguen a ser "una sola cosa", que puedan intercambiar su amor, su voluntad, sus pensamientos y sentimientos con Ella. En suma, que pueda crear una "dependencia emocional" con Su Corazón Inmaculado.

Este nivel de espiritualidad que la Virgen propone, no debe ser imposible para quien ha aprendido a amarla y vive con el corazón sus mensajes. Sin embargo, se puede presentar el inconveniente para quien aún no la conoce

o vive una relación superficial con Ella. Toda vez, que el vivir en santa alianza con María conlleva un acto de amor puro que se hace donación después de haber experimentado Su amor, porque "amor con amor se paga".

El desposorio mariano además, es un recurso seguro para alcanzar la santidad, porque se toma a la Virgen como Madre, Maestra y Esposa del alma, y de esta manera: se llega a ser perfecto discípulo de Cristo y morada eximia y viviente de la Santísima Trinidad. Todo conyugue, antes de entregarse a su pareja en el altar, vive 9 meses primero en el seno de su madre, experimenta su ternura en sus brazos y permanece de por vida en su corazón; ya sea que se case, se consagre a Dios o muera en un accidente. Del mismo modo, María lleva permanentemente en Su Corazón Inmaculado todas las almas que se consagran a Ella: a estas las acompaña, las protege, las cuida, las educa y les hace experimentar Su ternura maternal.

Pero adviértase, que en el mensaje de este 2 de mes, la Madre sugiere que ese proceso del desposorio espiritual inicie con Su mirada maternal. Lo que indica, que bastaría percibir una sola mirada de María, para dar un giro definitivo a la vida y llegar a ser "propiedad incondicionalmente de María" para agradar a Jesús y ser enteramente discípulo suyo.

2. El desposorio mariano hace suyo los sentimientos del Corazón Inmaculado de María.

Cuando los esposos viven su unión estable y fecunda les es fácil intercambiar placenteramente su sentir. Lo mismo ocurre en el desposorio mariano, toda vez que se da una especie de simbiosis con María, a tal grado que el sentir de Ella, la preocupación de Ella, el interés de Ella vienen a ser los mismos del alma que se le ha entregado. Obsérvese por consiguiente, lo que dice en el mensaje de este 2 de mes, cuando especifica que su alma busca almas —que por su unión con Ella— hayan "comprendido su preocupación por quienes no han experimentado el amor de Dios." ¡Está exponiendo una preocupación concreta! Porque una madre que ve que un hijo se encuentra en peligro por no saber nadar —después de haber caído en un río profundo, aunque ella no sepa hacerlo—, salta a la corriente para tratar de salvar la creatura. Del mismo modo la Virgen María procede en estos tiempos en Medjugorje: salta cada día del cielo a la tierra para salvar a sus hijos que han caído en la corriente del pecado. Especialmente el día 2 de cada mes: salta "por quienes no han experimentado el amor de Dios". Y por eso busca corazones que salten con Ella y vivan el desposorio espiritual. Porque de esta manera las almas pueden hacer suyos sus sentimientos y la misión de rescate de las almas será exitosa.

¿En qué consiste la misión de interceder por las almas que no han conocido el amor de Dios?

Básicamente engloba 3 cosas:

a) Experimentar cada día el amor de Dios en el propio corazón.

Para poder cumplir con el encargo de interceder por estas almas, hay que experimentar primero el Amor de Dios en el corazón. De otra manera, se estaría orando por algo que se desconoce y la acción será ineficaz. Consecuentemente, nace la tarea prioritaria de abrirle a Dios las puertas del corazón de par en par. El apostolado comienza en uno mismo. La Madre quiere, que los corazones que intercedan por las almas incrédulas, infundan con el ejemplo de sus vidas el mismo amor de Dios: que sean eucaristías vivientes, carbones encendidos de amor. Así, en humildad y mansedumbre, es posible aplacar la ira de la incredulidad. Y téngase en cuenta que ese objetivo se alcanza sólo —como destaca la Madre— "consumiéndose" en el sagrario o en la habitación a los pies de Jesús. Con la Biblia y el crucifijo entre las manos.

b) Aferrar en el corazón el sentimiento materno de María por la salvación de las almas que no experimentan el amor de Dios.

Por medio del desposorio espiritual mariano se logra la fusión del Corazón Inmaculado de María con el corazón del alma justa. Si se busca imprimir en la conciencia la opción pastoral de interceder "por quienes no experimentan el amor de Dios" sin haber entregado primero el corazón a la Virgen, la tarea de intercesión terminará desechándose. Porque lo primero es la donación del ser a María. Una madre creyente que tiene un hijo gravemente enfermo no necesita acudir al sacerdote para que este le aconseje rezar por su curación. Del mismo modo, el hijo que se entrega a María, es consciente de la responsabilidad que asume de orar continuamente por quienes "no experimentan el amor de Dios" —sin que la Madre lo advierta reiteradamente. Cuando el corazón vive el desposorio espiritual obedece y no se necesitan argumentos racionalistas que justifiquen la necesidad de inmolación por las almas. El problema persiste cuando las almas se resisten a ser propiedad de María.

c) Oración y penitencia por quienes no experimenten el amor de Dios.

La Virgen María no viene a la tierra para confundir a los fieles. Considérese que la intención prioritaria de orar y hacer penitencia "por las almas que no experimentan el amor de Dios", no excluye las demás peticiones que la Virgen ha presentado. Efectivamente, ha pedido "orar por la paz", o bien ha dicho: "que la mitad de las oraciones deben ser hechas a Dios por las autoridades de la Iglesia", que "el demonio está más agresivo que nunca y destruye los matrimonios, crea obsesiones y asesinatos", y para detener esta agresividad "hay que orar en familia y por las familias", como también "orar por los jóvenes que en este momento se encuentran en una situación muy, muy difícil". Pero si se examina el fondo de todo este mosaico de intenciones que la Madre presenta, emerge un sólo problema que origina lo demás: las almas no experimentan como deben el amor de Dios. Por eso, cuando la Virgen pide que con prioridad se acoja esta tarea, va a la raíz de todo. Por lo tanto hay rezar y ayunar frecuentemente por esta intención.

3. Intercesión especial de María por las almas que se consagran a Ella.

La tercera parte del mensaje destaca el rol específico que María desempeña hacia las almas que viven en alianza íntima con Ella. Asegura 5 gracias: a) los hace más fuertes en la fe, b) los colma de gracias, c) los protege con amor del espíritu del mal, d) permanece en ellos, e) y los consuela en los momentos difíciles. ¡Y de esta forma no puede haber recompensa mayor! Téngase en cuenta, por lo demás, que no son palabras estimulantes sino efectivas que denotan una particular protección materna que brota de Su Corazón. No hay madre en la tierra que pague mejor con excesos, como María lo hace con las almas que se consagran a Ella.

4. Orar por la unión esponsal de los sacerdotes con Jesús.

La última parte del mensaje no debe verse como una petición añadida, toda vez que la Madre en los mensajes del día 2, por lo general, solicita también la oración por los pastores de la Iglesia. A tal punto, que se puede afirmar que también el día 2 de mes es día de intercesión por los sacerdotes. ¿Qué relación puede haber entre ambas peticiones? La Virgen no lo ha mencionado pero seguramente existe. Recuérdese que los sacerdotes somos los que más podemos hacer algo "por quienes no experimentar el amor de Dios". Se podría sostener que somos quienes pueden presentar con mayor convicción a los no creyentes —con nuestras vidas y palabras— quien es Dios. Así, debemos comenzar, cuando ofrecemos el sacrificio de la eucaristía el 2 de cada mes, por tener presente en el corazón dicha intención y luego esforzarnos por anunciar con nuestro ejemplo y palabras que Dios está vivo y que, fundamentalmente, es Amor. María urge de los sacerdotes esta tarea y que en medio de nuestras ocupaciones ministeriales, jamás dejemos de vivir el desposorio espiritual con Jesús.

Oremos:

Señor, te pido en este momento por quienes no experimentan Tu amor en sus vidas. Tú sabes que en muchos es difícil descubrir Tu inmenso amor por las heridas que llevan en sus corazones: entre más herido un corazón

está, más le cuesta descubrir Tu amor. Por eso Te pido hoy: para que con Tu Sangre redentora cierres esas heridas y las cicatricen que aún quedan por la falta de amor de un padre, de una madre… por las decepciones amorosas, los divorcios, las muertes repentinas de los familiares. El corazón también se hiere por todo pecado grave, por los vicios, los rencores, los odios y las faltas contra la dignidad del ser humano. Jesús sana mi corazón de todas las heridas que el pecado ha dejado en mí: para que también yo pueda experimentar el amor de Tu Padre y pueda interceder por los no creyentes. ¡Quizá, en algunos momentos de mi vida, también yo he ocupado ese lugar, debido a que mi corazón se ha cerrado a Tu amor. Por eso ahora, delante de Ti, te suplico que me cures. Te entrego, en este momento, todas las barreras que en el pasado he puesto entre Tú y yo. Finalmente, entra a mi corazón y sáname, dame, por medio de este acto de amor hacia Ti, un nuevo corazón similar al Tuyo.

Ahora te pido por todos aquellos con quienes me relaciono en mi trabajo, en mi familia, en el barrio. Hay muchos que no experimentan Tu amor por culpa mía. Quiero ser, para ellos, de ahora en adelante, un faro que pueda iluminar sus vidas para que lleguen hasta Ti. Te pido en este momento por cada uno de ellos (menciona aquí nombres específicos).

También te pido Señor, en este momento, por todos los sacerdotes del mundo, especialmente por aquellos de quien recibo tus gracias: por mi párroco, mi confesor, mi padre espiritual. Por los sacerdotes jóvenes, los enfermos y los ancianos. Y particularmente, por quienes atraviesan dificultades en su ministerio y en su vocación: ¡Señor, consérvalos puros y que continúen cultivando generosamente su deseo de servir a la Iglesia como hasta ahora lo han hecho! Jesús, no te separes de ellos, por mis oraciones y sacrificios, úngelos en la verdad y en la belleza del testimonio sacerdotal, del servicio litúrgico, pastoral y docente. Jesús, que todos ellos puedan vivir en plenitud la unión total de voluntades contigo por medio del desposorio espiritual. Atráelos cada vez más a las delicias que sólo se encuentran en Tu Sagrado Corazón y en el Dulce Corazón Inmaculado de María, Madre de todos los sacerdotes. Amén

 

Mensajes de la Santísima Virgen María Reina de la Paz del 25 de Julio de 2012, Medjugorje Bosnia-Herzegovina y reflexión del P. Francisco Ángel Verar

"Queridos hijos, hoy los invito al bien. Sean portadores de la paz y de la bondad en este mundo. Oren para que Dios les dé fuerza a fin de que en su corazón y en su vida, reinen siempre la esperanza y el orgullo de ser hijos de Dios y portadores de su esperanza, en este mundo que está sin alegría en el corazón y sin futuro, porque no tiene el corazón abierto a Dios, su salvación. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!"

Quienes seguimos de cerca los acontecimientos de Medjugorje, sabemos que cada mes la Madre nos presenta un desafío práctico para la vida cotidiana. Recuérdese el gran don de Medjugorje: poder contar con estas exhortaciones cada mes y la aparición diaria de la Madre de Dios. En este momento están presentes en Medjugorje los seis videntes. Vicka, Marija e Iván, aún tienen las apariciones diarias. Ivanka y Jakov, por el contrario, una vez al año. Mirjana, además de la aparición anual, tiene además un encuentro personal con la Virgen el día dos de cada mes para orar —junto a los peregrinos—, por los no creyentes. Si bien, llegará el tiempo cuando la Madre deje de aparecerse diariamente, el momento actual se debe ver como un "tiempo de gracia"

El mensaje de este mes coincide con la fiesta de Santiago Apóstol patrono de Medjugorje. La Madre comienza diciendo: "Queridos hijos, hoy los invito al bien. Sean portadores de la paz y de la bondad en este mundo." En no pocos mensajes la Virgen ha hecho una exhortación similar, en espera que los discípulos de su Hijo no pasen inadvertidos en el mundo, y ahora lo vuelve a recordar. El dar testimonio de Jesús y de María es una llamada que tiene su fundamento en el bautismo. Cuando fuimos incorporados a la Iglesia por el "agua y el Espíritu Santo" recibimos una luz. Esa luz representaba la llamada específica que Jesús nos hizo de dar testimonio en el mundo. Y lo mismo ocurrió en la Confirmación, sacramento que nos configura a Jesús y nos constituye en sus soldados en el mundo. Todo esto la Madre lo recuerda con este nuevo mensaje. Pero ¿Qué puede significar llevar el bien, la paz y la bondad al mundo de hoy?

1° Abrirse al Espíritu Santo.

Yo pienso que los Apóstoles de Jesús muchas veces —mientras estaban con Él y ver como actuaba—, habrán deseado ser como su Maestro. Es difícil vivir al lado de una persona santa y evitar pensar a toda costa, no ser como ella: que atrae, que fascina, que encarna una vida ejemplar para todos. Los Apóstoles estaban fascinados con Jesús e incluso, quienes no eran discípulos suyos, escribe san Lucas: "estaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad" 4:32. Pero los discípulos y Apóstoles no sabían cómo hacer para imitar al Maestro. Y un día les dijo: "Yo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, se lo enviaré." Jn 15: 7. Y también "recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra." Hch 1: 8. Entonces, para ser discípulo de Jesús lo primero es tener el Espíritu Santo. Las virtudes del bien, la paz y la bondad a las que la Virgen invita, son frutos del Espíritu Santo. Sin Él no se puede irradiar la bondad y la paz propias de Jesús. Recuérdese que los cristianos recibimos el Espíritu Santo por medio de los sacramentos, pero si dejamos de orar y hacer penitencia, Él deja de manifestarse. Por lo tanto, todo depende de la oración y la perseverancia en ella.

2° Orar frecuentemente.
La exhortación de María es una nueva llamada a la oración. Quien ora no debe esforzarse tanto en llevar la bondad y la paz a los demás porque surgen espontáneamente del corazón. El problema lo tiene quién no ora o no ora como debe. María sabe que todo depende del diálogo habitual con Dios. Por lo tanto, para dar testimonio de amor y esperanza en el mundo hay que saber orar. Quien ora como debe no le fallará a Jesús y a María. La exhortación de la Madre de este mes debe llevar al discípulo a encarnar un plan acertado de oración que incluya el rezo diario, con el corazón, del santo rosario, la adoración al santísimo, la lectio divina y las jaculatorias durante el día. Como también la práctica del ayuno a pan y agua dos veces a la semana. Recuérdese que el ayuno libera el corazón del egoísmo y de la ira que impiden manifestar naturalmente la bondad de Dios.

3° El testimonio comienza con los más cercanos.
Cuando la Madre exhorta al bien, a la bondad y a la paz —tómese en cuenta—, la tarea inicia en el propio hogar. Si una familia no está en paz y en armonía con ella misma, es imposible que sus miembros sean luz en la calle. Ya lo dijo Jesús: "nadie enciende una lámpara para guardarla debajo de la cama sino para que alumbre a cuantos están en casa." Mt 5: 15 Y dice el Señor: "Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos" v. 16. Por lo tanto, quienes deben ver primero las buenas obras de bondad, de paz y de armonía, son los miembros de la propia familia. "El mundo" al que se refiere la Virgen «sin esperanza», no está necesariamente fuera del hogar, toda vez que muchos miembros pueden vivir " sin alegría en el corazón y sin futuro, porque no tiene el corazón abierto a Dios, su salvación." Sería un error, por tanto buscar almas que salvar fuera del hogar, cuando dentro de la misma familia hay muchos que necesitan a Dios. Entonces, la exhortación de María comienza en el propio hogar. Es correcto, por tanto, que se piense primero en practicar el bien, la paz y la bondad dentro de la propia familia y reflexionar en cómo mejoraras dichas actitudes.

4° Perseverar frente a la adversidad.
La última advertencia de la Madre de Dios de perseverar en la esperanza frente a quienes tienen el corazón cerrado a Dios no debe desanimar a nadie. El mismo inconveniente lo enfrentó Jesús y sus discípulos cuando comenzaron a predicar y dar testimonio del Reino, sin embargo no se desanimaron porque la gracia de Dios fluía en sus corazones. Por consiguiente, hay que permanecer en la comunión con Dios para llevar Su esperanza al mundo y vencer la adversidad de los demás. Para quienes seguimos el testimonio de la presencia prolongada de la Virgen en Medjugorje, es una gracia extraordinaria que la Virgen María exhorte a sus hijos al «BIEN» cada mes. El «bien» que la Virgen resalta en el mensaje de este mes, resume cuanto Ella espera de todos sus seguidores y a la vez, es la síntesis de todo el evangelio. Obsérvese que cuando Jesús murió y resucitó, el recuerdo que la comunidad primitiva de Jerusalén tenía de Él era que "pasó por el mundo haciendo el bien" cf. Hch 10:38 y lo mimo se deberá decir de nosotros al término de nuestra vida en la tierra. ¡Sea alabado Jesucristo!

 

Mensajes de la Santísima Virgen María Reina de la Paz del 25 de Junio de 2012, Medjugorje Bosnia-Herzegovina y reflexión del P. Francisco Ángel Verar

“¡Queridos hijos!, con gran esperanza en el corazón, también hoy los invito a la oración. Cuando oran hijitos, ustedes están conmigo y buscan la voluntad de mi Hijo y la viven. Estén abiertos y vivan la oración, y que en cada momento ella sea para ustedes condimento y alegría de su alma. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”

El mensaje de este mes corresponde al XXXI aniversario de la primera aparición. Recuérdese que aún tres de los seis videntes que desde el inicio veían a la Virgen afirman tener el encuentro diario con la Madre. Los otros tres la ven una vez al año. Mirjana, además del encuentro anual, recibe un encuentro especial el día dos de cada mes y no sabe hasta cuándo tendrá esta manifestación mensual.

El mensaje de este mes comienza diciendo: “¡Queridos hijos!, con gran esperanza en el corazón, también hoy los invito a la oración.” Obsérvesequenuevamente la Madre invita a sus hijos al diálogo con Dios. Es sabido que la oración es siempre la llamada más insistente de la Virgen, pero en esta ocasión ha dicho algo muy interesante:“Con gran esperanza en el corazón...” ¿Y esto que puede significar? Notoriamente: que María abriga la esperanza que sus hijos, en definitiva, respondan a la llamada a la oración.

Obsérvese que a lo largo de estos treinta y un años que tiene María de estar apareciéndose, innumerables peregrinos han escuchado la exhortación a la oración, y ahora nuevamente la vuelven a escuchar. Entonces, treinta y un años es suficientemente tiempo para responder. Una persona que nunca ha escuchado la llamada a la oración le costará tiempo mentalizarse y descubrir la importancia que esta tiene para su vida. Pero una persona que ha escuchado esta llamada por treinta y un años —y que también ha escuchado innumerables razones para orar— no tiene escusa para no responder. Quizá por eso la Virgen dice: “Con gran esperanza en el corazón…”, como queriendo indicar, queson treinta y un años de estarlo diciendo y ahora una lo repite nuevamente. Y en este sentido, el mensaje es significativo y sensitivo. Es decir, la Madre espera que definitivamente sus hijos respondan a la invitación, después de estarla escuchando treinta y un años. Y ¿cómo hay que responder?

Cuando se habla de la oración, se deben consideran dos aspectos esenciales: tiempo y calidad. Recuérdese que cuando la “Gospa” comenzó a aparecerse, pidió al grupo de peregrinos que la esperaban en la Colina, el rezo diario de 7 Padrenuestros, Aves y Glorias. Luego, pidió el rezo de una parte del rosario cada día, y en la vigilia de la Asunción al Cielo del ’84, pidió tres partes del rosario cotidianamente. Después pidió semanalmente la adoración al Santísimo, la participación en algún grupo de oración, la meditación diaria de la Biblia como repetir jaculatorias durante el día. Después dijo: “Queridos hijos que la oración sea para ustedes la vida.” Es decir, sin límite de tiempo y sin límite de fórmulas precisas, porque es la misma vida la que tiene que orar. Entonces, la oración que la Virgen pide no está sujeta al tiempo o a fórmulas, porque Ella espera que se ore en todo tiempo y lugar y con los recursos disponibles que la Iglesia ofrece. Igualmente, sin diferencia de temporada: tan intensa debe ser en invierno como verano. Acótese que en el mensaje del 25 de julio de 2006 mencionó: “¡Queridos hijos! En este tiempo no piensen sólo en el descanso de su cuerpo sino, hijitos, busquen también tiempo para el alma. Que el Espíritu Santo les hable en el silencio, y permítanle que los convierta y los cambie. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”


La llamada que la Madre ha hecho por consiguiente, supera el tiempo y cualquier circunstancia. La oración para María no está sujeta al reloj ni a las actividades, toda vez que quiere que se ore en todo momento y bajo cualquier circunstancia por adversa que sea, en vista que hasta los espacios más pequeños de la jornada deben ser colmados de las jaculatorias. ¿Y por qué tantas oraciones? La pregunta habría que remitirla a Ella. Pero se destaca, igualmente, que ya ha respondido al insistir que “el mundo en el que ustedes viven necesita de la oración”; “la oración puede detener las guerras y si han empezado hacer que cesen”; “la oración puede suprimir las calamidades naturales”. Entonces, la humanidad y la naturaleza necesitan nuestra oración. La Virgen ha dicho que “la conversión de las almas depende de la oración” yque“el rosario debe estar siempre en las manos como signo a Satanás que ustedes me pertenecen”. También ha dicho:“ya sólo el rosario puede hacer milagros”. Tenemos entonces, suficientes motivaciones para permanecer en oración.

Por otro lado, también hay que recordar que es por medio de la oración como el hombre cambia. El ser humano —por más que se lo proponga—, sin la oración frecuente con el corazón, difícilmente podrá transformar su existir, toda vez que Dios mismo necesita de tal práctica de piedad para actuar en su interior. En tal sentido, sin la oración, inútilmente el hombre luchar contra el pecado, contra las imperfecciones y los defectos de carácter. Por eso la Virgen también pide orar en todo tiempo y circunstancia. Pero recuérdese además, que la Madre respeta nuestra libertad para orar, por lo que se puede utilizar el rosario, la Liturgia de la Horas, la Biblia… pero fundamentalmente, se debe abrir de par en par el corazón.

Orar no es difícil porque la oración es un don de Dios, pero adviértase que Dios concede este don a quien lo busca. Cuando Dios da entonces, el don para orar, relativamente es fácil ponerse todos los días delante de Él para orar, es sencillo escucharle en el corazón y, aún más, enamorarse de Él para descubrir que siempre está cerca y que no hay nadie en el mundo que ame como Él. Cuando el ser humano experimenta a Dios en el corazón, consecuentemente, acerca el mundo a Él y acerca a Dios al mundo. Es la manera como la humanidad se renueva espiritualmente.

Obsérvese que la oración es siempre un encuentro de amor con Dios porque Dios es el amor mismo y es puro amor. El amor que dos esposos puedan experimentar o el amor que unos padres tengan hacia sus hijos, son pequeños signos del gran amor que Dios a todos tiene. Y no se olvide que es por medio del amor como a Dios se le experimenta en la oración.

En el mensaje también la Virgen dice: “Cuando oran hijitos, ustedes están conmigo y buscan la voluntad de mi Hijo y la viven.” Para comprender la frase, se debe prestar atención precisamente, a la dimensión del amor que todo ser humano posee,porquecuando el corazón ama, fácilmente puede someterse la voluntad a razón de los procesos cognitivos de respuesta que fueron estimulados por el sentimiento del amor. Y cuando ese objeto es Dios, no habrá dificultad en poner en práctica lo que Él pida. La Virgen que conoce perfectamente la naturaleza del ser humano y, por ende, la relación entre vida afectiva y conducta humana, sabe que las respuestas acertadas están condicionadas por la provocación del amor. Luego, el hombre que se enamora de Dios, no le fallará. A ciencia cierta, los sacerdotes nos ahorraríamos muchas homilías en las que invitamos a la gente a obedecer a Dios, se le enseñáramos a orar más y mejor, porque el motivo principal por el que los fieles no viven lo que Cristo predicó, es porque oran muy poco. Y lo mismo ocurre en un hogar cuando los padres no le enseñan a sus hijos a orar.

La tercera parte del mensaje dice: “Estén abiertos y vivan la oración, y que en cada momento ella sea para ustedes condimento y alegría de su alma.” Nótese, quecuando la Virgen dice: “estén abiertos” es como si estuviera diciendo: “no se opongan”, “no se resistan”, “no impidan”, “estén disponibles”, “cedan” “entiendan la importancia que tiene la oración para ustedes y para Dios”… Luego, hay que responder y experimentar por sí mismo la fuerza que tiene la oración y lo que la oración es por sí misma.

El mensaje también dice: “que en cada momento ella sea para ustedes condimento y alegría de su alma”. Nótese, quela palabra que la Virgen utilizó en croata fue “zacin” que traducido literalmente significa “condimento”, y es sabido que el condimento es un ingrediente que da sabor a lo que se come. Entonces, la Virgen quiere que la oración se transforme en sabor o en gusto de la vida diaria, lo que está en analogía con el texto del evangelio: “Ustedes son la sal de la tierra y si la sal pierde su sabor ¿con qué se la salará?” Por tanto, como la sal da sabor a los alimentos y cada discípulo de Jesús da sabor al mundo, la oración es el condimento del alma, es el sabor y la alegría del espíritu.